Wednesday, August 09, 2006

¿PORQUÈ DEBO ORAR?





HIJO MIO

La oraciòn es un diàlogo del amor de un hijo con su Padre.
No puedo orar si no estoy convencido de que soy hijo de Dios.
Dios me invita a la oraciòn, me circunda con sus presencia y me habla.
Orando aprendo a vivir y a descubrir la solidaridad.
La oraciòn es una necesidad en mi vida de cristiano.
Si no oro, me ahogo en un mundo materialista.
La oraciòn no cambia el curso de mi historia ni el de la historia del mundo pero cambia mis puntos de vista y mi corazòn.
Cuando oro reconozco que Dios està en el centro de mi existencia: Le agradezco sus beneficios.
Le pido por quienes estàn en necesidad.
Le alabo por su amor y misericordia.
Le pido por todos los hombres, me sean ellos cercanos como mis padres, familiares y amigos o me sean desconocidos y sin afecto alguno hacia ellos.
Oro no de vez en cuando. Lo hago con un ritmo de fidelidad constante: mañana y tarde, los domingos y en las distintas actividades de mi jornada.
Mi oraciòn es contacto con Jesùs. Compartir en silencio y sin afane. Pero no sòlo hablarle. Debe haber la escucha disponible, generosa.
Una oraciòn asì, es crecimiento personal en la fe y en el amor.

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